Limpieza de superficies.
Como norma general, para limpiar la superficie del mobiliario de cocina no utilizar productos abrasivos, con contenido en cloro, lejías o ceras ya que pueden alterar las cualidades de los productos. No utilizar estropajos o máquinas de vapor a presión ya que pueden dañar las piezas. Para este fin utilizar bayetas ligeramente humedecidas con algún producto neutro. Específicamente se aconseja:
– Estratificados AP y BP y Poliméricos: No limpiar los cantos con productos con diluyentes o acetonas.
– Lacas: Habrá que extremar el cuidado en la limpieza de estas superficies, eliminando el polvo previamente para evitar posibles rayaduras.
– Maderas: No utilizar excesiva agua.
– Metales: Usar productos específicos para metales, limpiando siempre en sentido del satinado.
Condiciones de humedad y temperatura.
En climas muy secos o el uso de radiadores puede resecar las piezas de madera de su mobiliario de cocina, por lo que deben utilizarse humidificadores o un recipiente con agua. Para humedades >70% se deberá airear la cocina o utilizar deshumidificadores.
Durante las operaciones de cocinado, se deberán utilizar elementos de extracción, para evitar el deterioro de los materiales por exceso de vapor.
Usar silicona para sellado de fregaderos y las juntas proporcionadas por los fabricantes para el sellado de placas de gas y vitrocerámicas.
Exposición al sol.
Evitar la exposición directa de las superficies del mobiliario de cocina con la luz solar ya que provocaría, especialmente en lacas y maderas, el resecado de sus superficies, así como una alteración en su color. Utilizar medios que lo eviten como cortinas, persianas, etc.
Bisagras y guías.
No apoyarse sobre puertas, cajones o gavetas, evitando así la aparición de vicios en las guías.
(En caso de que fuese necesario, las bisagras cuentan con regulación tanto en altura, como en anchura y profundidad).
Utilización adecuada.
No usar los módulos para fines diferentes para lo que fueron diseñados.