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4 ideas para reformar una casa vieja y renovarla de arriba a abajo

Reformar una casa vieja para darle una nueva vida

Reformar una casa vieja es una aventura realmente interesante. Ya sea nuestra vivienda habitual o una segunda residencia a la que queremos darle un nuevo uso (quizás alquilarla, venderla, etc.), cuando una casa tiene ya unos cuantos años y llega el momento de reformarla, la miramos y solo vemos posibilidades e ideas emocionantes.

Y quizás también sintamos cierto agobio. Porque… ¿por dónde empezamos? ¿Qué elementos de la casa sería más interesante cambiar para hacerla más confortable y aumentar su valor? Estas preguntas, muy naturales, pueden ser incluso más importantes si disponemos de un presupuesto limitado y queremos maximizar los resultados de nuestra inversión.

Por eso, hoy queremos ofrecerte una pequeña ayuda: 4 intervenciones que son fundamentales para reformar una casa vieja y darle una nueva vida. Con estos trabajos, y con la ayuda de una empresa de reformas de confianza, una vivienda antigua lucirá de forma increíble en muy poco tiempo. ¡Vamos allá!

 

Volver a pintar las paredes

Las paredes son uno de los elementos que más espacio ocupan y más llaman la atención en una vivienda… pero también sufren mucho con el paso del tiempo. Así pues, pintar las paredes debería ser una de las primeras cosas que hagamos al reformar una vivienda antigua. Ni te lo pienses: el resultado puede ser realmente increíble y de pronto parecerá que la casa es unos cuantos años más reciente y tiene un estilo mucho más moderno.

 

Cambiar el suelo

Después de las paredes, claro, viene el suelo: también destaca y también sufre, por lo que será una reforma casa imprescindible para darle una segunda vida a una casa vieja. Los tres tipos de suelos más habituales entre los que tendrás que elegir son los siguientes:

• Suelos de piedra: especialmente recomendables en climas cálidos. Tienen un toque rústico muy apropiado para las viviendas antiguas en zonas rurales.
• Suelos de madera: este material es el aislante perfecto, y además casa muy bien con diferentes ubicaciones y tipos de decoración
• Suelos cerámicos: es un tipo de suelo fresco, muy apropiado para zonas de clima cálido. Además, normalmente será también la más económica de las tres opciones.

 

Sustituir los muebles antiguos

Otro de esos trabajos que pueden cambiar completamente el aspecto de una casa que ya tenga unos cuantos años: cambiar los muebles. Es muy probable que los muebles ya estén desgastados o desfasados a nivel estético, por lo que invertir una parte del presupuesto en cambiarlos seguramente será muy buena idea. Ganarás tanto en confort como en estilo y posibilidades de decoración.

 

Reformar la cocina y el baño

El baño y la cocina son las dos estancias más prácticas de una vivienda: las utilizamos (y desgastamos) a diario y su estado de conservación tiene un impacto enorme en el aspecto y la habitabilidad de una vivienda. Y cuidado: también en el precio, si pretendemos venderla o alquilarla después de la reforma. Así pues, es probable que debamos sustituir las instalaciones eléctricas y de fontanería, actualizar los electrodomésticos, cambiar alicatados, soldados y muebles… de paso, podría ser buena idea incluso sustituir la bañera por un plato de ducha.

 

¿Dudas? Pídenos asesoramiento para tu reforma, sin compromiso

Dependiendo de las características de la vivienda y el presupuesto del que dispongamos, puede haber otras obras necesarias, o también reformas interesantes que, sin ser imprescindibles, ayudarían a aumentar el valor de la propiedad: instalar una piscina o una bodega, cambiar la chimenea, etc.

Si estás planteándote reformar una casa vieja y tienes dudas sobre tu proyecto, no esperes más: contacta ahora con Home Berri y te asesoraremos sin ningún tipo de compromiso

Llámanos ahora al 94 647 86 23 o escríbenos a info@homeberriinteriorismo.com